LA NIÑA DE EMBAJADORES

Rubio como el sol, quizás sea ese pelo, tus andares, tal vez tu forma de ser, tu carácter, o tu aire oriental del que tantos nos reímos… el que llama la atención de cualquier, que llama mi atención para querer sintiéndote tan cerca como te tengo ahora… Aún recuerdo aquel día paseando por el Manzanares y me quedé mirando el reflejo de tus ojos atravesados por los rayos de sol… siempre tan genial… 

Tan solo tú tienes eso que tanto me gusta de una persona… todo lo que siempre soñé con tocar y disfrutar desde Legazpi, hasta donde tú solo me dejas entrar cada día… en tu casa… siempre creando odios y pasiones, cuando a mí solo me has creado sueños… sueños por compartir aunque solo sea una llamada de teléfono… para contarme cosas que aunque no sean importantes, escucho cada palabra como el niño pequeño que eres… aunque lo tengas todo… por mí para siempre serás tu quien me robe la medalla de mi corazón…

Porque eres genial, porque te quiero y te añoro en cada momento… porque como dice Frank Sinatra: 
For once in my life 
I won't let sorrow hurt me
Not like it's hurt me before
For once I've got someone
I know won't desert me 
I'm not alone anymore 
For once I can say...” TE AÑORO



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Tres rosas de primavera
son tres lunares que tiene
la cara más retrechera
del barrio de Lavapiés;
orgullosa y postinera
endrino tiene su pelo
andares tiene de reina
morena tiene la piel.
Los majos Camberileros
y de Herradores
suspiran por la manola de Embajadores.

¡Ay, niña de Embajadores,
cuanto te quiero!
¡Ay, niña de Embajadores,
por tí me muero!
Por tí no me importaría
batirme todos los días
con majos y caballeros,
pregúntalo en Platerías,
pregúntalo en Cuchilleros.
¡Ay. madre,  que yo me muero,
muero de amores
si no me quiere la niña de Embajadores!

Gomosos y lechuguinos,
toreros y maestrantes,
al ver su cuerpo divino
rendidos caen a sus pies;
ella ríe y coquetea
con aquel que se le rinde
y ante todos pavonea
con orgullo y altivez.
En lances y desafíos
burla burlando
por ella los madrileños
se están matando.


¡Ay, niña de Embajadores,
cuanto te quiero!
¡Ay, niña de Embajadores,
por tí me muero!
Por tí no me importaría
batirme todos los días
con majos y caballeros,
pregúntalo en Platerías,
pregúntalo en Cuchilleros.
¡Ay. madre,  que yo me muero,
muero de amores
si no me quiere la niña de Embajadores!

Por tí no me importaría
batirme todos los días
con majos y caballeros,
pregúntalo en Platerías,
pregúntalo en Cuchilleros.
¡Ay. madre,  que yo me muero,
muero de amores
si no me quiere la niña de Embajadores!
 La Niña de Embajadores (Letra Eduardo Rodríguez)

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